Aunque la mayoría de la gente considera que las ratas y los ratones son el mismo animal, en realidad son bastante diferentes. En definitiva, las ratas son criaturas más grandes y cautelosas que están dispuestas a habitar en diversos espacios como arbustos, árboles, áticos, paredes, alcantarillas y cimientos de edificios. Los ratones, por el contrario, son bastante más pequeños, más audaces y prefieren anidar en madrigueras en campos y bosques.
¿Cómo son las ratas?
Características físicas de la rata
Las criaturas estereotipadas que la mayoría de la gente imagina cuando oye hablar de ratas son la rata noruega y la rata de tejado. La rata noruega también se llama rata parda, y la rata de tejado también se conoce como rata negra. Tienen algunas diferencias menores entre ellas, pero diferencias importantes cuando se comparan con un ratón, como el tamaño y las características de la cola.
La rata marrón es bastante grande, alcanzando entre 15 y 20 pulgadas, incluyendo la longitud de su cola, y pesando entre 7 y 18 onzas. Aunque suelen ser de color marrón oscuro, también pueden ser grises o negras, con la parte inferior marrón o gris más clara. Tienen cabezas rectangulares con ojos y orejas pequeñas. Además, su cola escamosa y sin pelo es más corta que la longitud de su cuerpo.
La rata negra, en comparación, es notablemente más pequeña, mide hasta 15 pulgadas incluyendo la longitud de su cola, y pesa entre 5 y 10 onzas. Suelen ser de color negro o gris con la parte inferior más clara. Su cabeza tiene forma de cuña y presenta ojos y orejas grandes. Su cola, sin pelo y escamosa, es sorprendentemente más larga que su cuerpo.
Comportamientos
Las ratas son nocturnas, lo que significa que son activas principalmente por la noche y están inactivas durante el día. Tienen los sentidos del olfato, el gusto y el oído bien desarrollados, pero son daltónicas y tienen una vista muy pobre. Por lo general, las ratas tienden a ser muy cautelosas y evitan cualquier cosa nueva en su entorno.
Las ratas noruegas son buenas nadadoras, por lo que se sienten cómodas viviendo en zonas con agua estancada o, como se conoce popularmente, en las alcantarillas. Son omnívoras y están dispuestas a comer casi cualquier cosa, pero prefieren los cereales y los alimentos relacionados con la carne. Comen fácilmente pescado, aves de corral, ratones, pájaros, pequeños reptiles y anfibios, pero se conforman con la vegetación si es necesario.
En cambio, la rata de tejado no sabe nadar y es mucho más hábil para trepar que la rata noruega. Aunque ambas especies tienen un gran equilibrio y habilidad para trepar, la rata de tejado es especialmente hábil para utilizar su cola como contrapeso. La rata de tejado es un animal omnívoro al que le gustan los cereales, las semillas y los insectos, con una gran preferencia por las frutas y verduras frescas, y está dispuesta a comer otras cosas si es necesario.
Hábitat y reproducción de las ratas
Las ratas pueden vivir y prosperar en una gran variedad de lugares. Una vez que encuentran un hogar adecuado, las ratas pueden producir multitud de crías en un año. Las ratas son polígamas y forman grandes colonias de machos y hembras, que se aparean cuando las condiciones son favorables, lo que suele ocurrir en los meses más cálidos. Aunque las ratas hembras se consideran socialmente maduras en torno a los cinco o seis meses, pueden reproducirse a las seis o siete semanas de edad.
Las ratas marrones suelen elegir hacer sus hogares a nivel subterráneo. Suelen excavar en el suelo de los cimientos de los edificios, bajo montones de escombros o, más estereotipadamente, en las alcantarillas. La rata noruega es capaz de producir hasta siete camadas de ocho cachorros al año. Cada hembra tiene un potencial reproductivo de unas 50-60 crías al año.
Las ratas de tejado prefieren las ventajas de vivir sobre el suelo. Les gusta anidar en arbustos, árboles u otra vegetación densa, pero también eligen los áticos, las paredes y los falsos techos de los edificios. Las ratas de tejado pueden producir hasta cinco camadas al año, con entre cinco y ocho crías por camada, lo que da lugar a entre 25 y 40 crías en un año de vida de la rata.
Cómo es un ratón
Características físicas
Lo que la mayoría de la gente ve cuando piensa en un ratón es un ratón doméstico corriente.
Son criaturas muy pequeñas, que sólo miden entre 12 y 20 cm de largo desde el hocico hasta la cola, y pesan aproximadamente entre 12 y 30 gramos. Están cubiertos de un pelaje que puede ser marrón, gris o negro, excepto en su parte inferior más clara, que puede ser marrón claro, gris o blanco. Tienen la cabeza triangular y puntiaguda y las orejas grandes y caídas. Su cola, de pelo fino, es fina y más larga que su cuerpo.
Comportamientos de los ratones
Al igual que las ratas, los ratones son criaturas nocturnas que pasan la mayor parte del día escondidos en sus madrigueras. Aunque los ratones son daltónicos, sus otros sentidos del oído, el olfato, el gusto y el tacto están muy desarrollados. Además, los ratones son curiosos y audaces por naturaleza, y se apresuran a investigar cualquier adición o cambio en su entorno.
Los ratones también pueden mostrar extraños patrones de comportamiento debido a su miedo y a la correspondiente evitación de las ratas, que no tienen reparos en matar y comer ratones. Por suerte, son excelentes saltando, nadando y trepando, lo que les ayuda a escapar de cualquier depredador. Además, prefieren comer cereales, semillas y frutos secos, pero como son alimentadores oportunistas, comerán casi cualquier cosa disponible.
Hábitat y reproducción de los ratones
El ratón doméstico suele preferir hacer su madriguera en el suelo de los campos, zonas de hierba o arboladas cercanas a los humanos. Un buen nido está protegido de los elementos y de los depredadores, es oscuro y está cerca de una fuente de alimento disponible. Tener un nido ideal es muy importante, ya que una hembra de ratón puede criar hasta diez camadas de cinco a seis bebés en sus nueve a doce meses.
Diferencias entre una rata y un ratón
Diferencias en las características físicas entre las ratas y los ratones
La mayor diferencia física entre una rata y un ratón es el tamaño. La rata noruega es la más grande y puede llegar a pesar 18 onzas, y la rata de tejado suele pesar entre 5 y 10 onzas, mientras que el ratón doméstico sólo pesa entre 12 y 30 gramos.
Otra diferencia fundamental es el aspecto de la cola. Las ratas tienen colas más gruesas que suelen carecer de pelo y ser escamosas, mientras que la cola del ratón es fina y está cubierta por una fina capa de pelo.
Diferencias de comportamiento
La principal diferencia en los comportamientos de las ratas y los ratones es su personalidad. Las ratas, a pesar de tener un tamaño considerable, son muy cautelosas y no quieren investigar su entorno. Los ratones, que tienen una fracción del tamaño, sorprendentemente no tienen ningún problema en explorar sin miedo su entorno.
Otra diferencia es que las ratas suelen tener habilidades especializadas, mientras que los talentos de un ratón son muy variados. Las ratas noruegas son especialmente buenas nadando, lo que las hace sentirse cómodas en entornos con agua. Las ratas de tejado son grandes trepadoras con un equilibrio impecable, lo que les ayuda a vivir fuera del suelo. El ratón doméstico, por su parte, es excelente para saltar, trepar y nadar, lo que le permite vivir en entornos con una gran variedad de terrenos, planos e incluso agua.
Diferencias de hábitat y reproducción
En definitiva, las ratas y los ratones viven en una variedad de hábitats que a veces se solapan. Las ratas marrones y noruegas prefieren anidar en hábitats subterráneos como madrigueras, cimientos de edificios y alcantarillas. La rata negra de las raíces anida en la superficie, en arbustos, árboles, paredes o áticos. Aunque estos entornos puedan parecer diferentes, coinciden en que en su mayoría son zonas muy pobladas e industrializadas por personas. Los ratones, en cambio, prefieren vivir en madrigueras excavadas en campos, zonas de hierba o arboladas cercanas a los humanos.